3 de agosto de 2014

Dije que iba a escribir y no lo hice. Como tantas cosas que digo que haré y no hago.
Tengo una pila de ropa esperando ser acomodada. Una pila de apuntes esperando ser leídos. Una pila de pensamientos esperando ser tenidos en cuenta.

¿Cómo hago para dejar de patear las cosas y evitar que me exploten en la cara?

Qué difícil es tomar decisiones.

Necesito desestancarme -ni siquiera sé si existe la palabra-.


De a poco, muy de a poco, estoy llegando a la conclusión de que hay cosas rotas que no pueden arreglarse.

Tal vez los pedazos de vidrio esparcidos por toda la casa son los que no me permiten caminar.

14 de julio de 2014

Gimnasio

Todavía hay cosas que no puedo poner en palabras. O en imágenes. O en música. Cosas que siento que flotan a unos centímetros de la superficie, sin poder salir. No se hunden, pero tampoco emergen.

De a poco intentaré retomar esto de la escritura que abandoné hace tanto.
Tal vez me ayude a echar un poco de luz sobre tanta penumbra.

El uso del lenguaje implica un ejercicio. Y para hablar de ciertas cosas... estoy en un pésimo estado.