29 de julio de 2008

Error de conexión a las 3 AM

Yo creo que la gente no me comprende.

Y no lo digo como típico comentario de adolescente que solicita atención, eh. Nada de eso.

Ahora que lo pienso mejor (o lo pienso), tal vez que no sea que ellos no me comprendan, sino que yo no los comprendo.

Acá es dónde se me genera la disyuntiva.

¿Por qué digo que no me comprenden?

Lo primero que se me viene a la cabeza es Miguel Cantilo con su: "Yo adoro a mi ciudad, aunque su gente no me corresponda cuando condena mi aspectos y mis ondas, con un insulto al pasar"

Siempre me fascinó ese tema tan simplista y sin embargo, jamás fui una típica rebelde.

No sé si existe algo cuestionable o juzgable en lo que pienso, pero efectivamente no es aprobado. Por alguna razón que aún se me escapa.

Visto de esta manera, comprendo como es que de a poco todos se alejan un poquito más. Una baldoza un día, una cuadra otro, un hemisferio al mes.

No es que me queje, no no. Es que simplemente estoy esperando..

Sí, esperando.

Y no esperando al príncipe azul, a la familia Ingalls o a la modelo publicitaria.

¿Ven? Me la paso emitiendo aclaraciones. Efectivamente hay algo distorsionado en lo que expreso.

No sé ni por ni para qué comencé este escrito. Ahora no sé como continuarlo y mucho menos, si debe terminar.

¿Será que necesito de la exclusión para poder ser? ¿Para poder sentir que existo?

¿Existir en la exclusión?

Claro, jamás me sentí viva siendo del montón.

¿Que qué es lo que espero?

Espero encontrarle un sentido a todo esto.

Espero.. espero.. espero.













Hasta que me canse de esperar.. (otra vez)

2 comentarios:

Emanuel dijo...

QUIEN DIJO QUE TU BLOG PARECE DE TELEFE?
jaja
te amo..

Anónimo dijo...

..


La exclusión, lo que no somos, hace a lo que somos.

Como si una canción de pasajes simples no pudiera volverse mucho más que una melodia pasajera en los oídos correctos... u oportunos...


Pero, tal vez no debemos esperar, cuando no es una respuesta lo que buscamos. En algún momento, en algún punto, debemos dejar de ser preguntas al menos un rato.


Y orgullosos ser excepción, aunque parezca que eso excluye... y se equivoque, pero desde afuera.


Un gusto siempre leerla, mi dama
El león marcado.