Los tenía a todos allí. Excepto aquel hombre que había perdido a su familia en el accidente de LAPA. Si mal no recuerdo, se suicidó la semana pasada.
Y mi selección había sido brillante. Busqué entre todos los ámbitos académicos, la diversidad de personalidades, edades, criterios, pensamientos y principalmente, de vivencias.
Tenía absolutamente todo lo que necesitaba. Todos con incentivo, todos defraudados, todos esperanzados.
Cuando me presenté, lo único que hice fue decir:
Y mi selección había sido brillante. Busqué entre todos los ámbitos académicos, la diversidad de personalidades, edades, criterios, pensamientos y principalmente, de vivencias.
Tenía absolutamente todo lo que necesitaba. Todos con incentivo, todos defraudados, todos esperanzados.
Cuando me presenté, lo único que hice fue decir:
_ Mi nombre es Nelson Sánchez y fui yo quién los convocó aquí. Hay una frase que me gustaría citar ahora, que dice: "La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que todo lo han perdido la poseen aún.”
No necesité decir más, algunos con una sonrisa cómplice, otras con un gesto entre disgustado y cínico, me dieron a entender que habían captado el mensaje.
_ Ahora, el que quiera empezar, que se presente y nos cuente por qué cree que se encuentra citado.
Así, uno a uno fueron relatando sus historias con una confianza pero un resguardo y un buen gusto paralelo, que lo único que hizo fue inspirarme respeto.
No me había equivocado, sabía que no iba a hacerlo. Al finalizar los relatos, lo único que atiné a decir fue:
_ ¿Y ahora que hacemos con todo esto?
Se miraron, unos incómodos segundos de silencio inundaron el espacio. Hasta que el artista dijo:
_¿De qué se trata todo esto? ¿Algún tipo de terapia de grupo? ¡A mí nadie me pidió mi consentimiento para analizarme con desconocidos!
Increíblemente había sido el primero en contar su historia y el primero en romper esa sensación de desconocimiento que estaba invadiendo todo. Se habían abierto a contar sus tormentos, sin ningún tipo de tapujos y ahora no podían decir lo que pensaban.
No necesité decir más, algunos con una sonrisa cómplice, otras con un gesto entre disgustado y cínico, me dieron a entender que habían captado el mensaje.
_ Ahora, el que quiera empezar, que se presente y nos cuente por qué cree que se encuentra citado.
Así, uno a uno fueron relatando sus historias con una confianza pero un resguardo y un buen gusto paralelo, que lo único que hizo fue inspirarme respeto.
No me había equivocado, sabía que no iba a hacerlo. Al finalizar los relatos, lo único que atiné a decir fue:
_ ¿Y ahora que hacemos con todo esto?
Se miraron, unos incómodos segundos de silencio inundaron el espacio. Hasta que el artista dijo:
_¿De qué se trata todo esto? ¿Algún tipo de terapia de grupo? ¡A mí nadie me pidió mi consentimiento para analizarme con desconocidos!
Increíblemente había sido el primero en contar su historia y el primero en romper esa sensación de desconocimiento que estaba invadiendo todo. Se habían abierto a contar sus tormentos, sin ningún tipo de tapujos y ahora no podían decir lo que pensaban.
Tomé al toro por las astas y recurrí a mis conocimientos pedagógicos, citando otra frase, esta vez de Julio Verne:
_"Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad.”
_"Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad.”
Volvieron a mirarse y no tengo dudas de que seguían interpretándome. No los presioné a que se expresaran, sabía que tarde o temprano alguien mutilaría ese momento de reflexión y silencio, que personas tan atormentadas no soportarían demasiado, por temor a despertar fantasmas.
Como era de esperarse, fue la Licenciada en Filosofía la que dijo:
_Entiendo, nos reuniste a todos para hacer catarsis de nuestras miserias y así sentirnos mejor con nosotros mismos.
Fue hiriente que dijera eso, no voy a negarlo. Yo había dejado de lado mi papel de psiquiatra para encontrarme ahí. Sólo quería saber si alguien más, al igual que yo, creía que las cosas podían cambiar.
Se lo transmití y sus miradas se clavaron en mi, como pequeños cuchillitos logrando hacerme sentir pequeño. El más pequeño de todos.
Increíblemente para mí, fue la más joven del grupo la que se levantó, me abrazó y me dijo al oído:
Como era de esperarse, fue la Licenciada en Filosofía la que dijo:
_Entiendo, nos reuniste a todos para hacer catarsis de nuestras miserias y así sentirnos mejor con nosotros mismos.
Fue hiriente que dijera eso, no voy a negarlo. Yo había dejado de lado mi papel de psiquiatra para encontrarme ahí. Sólo quería saber si alguien más, al igual que yo, creía que las cosas podían cambiar.
Se lo transmití y sus miradas se clavaron en mi, como pequeños cuchillitos logrando hacerme sentir pequeño. El más pequeño de todos.
Increíblemente para mí, fue la más joven del grupo la que se levantó, me abrazó y me dijo al oído:
_Todos entendemos, todos interpretamos, todos soñamos.
La miré y me guiñó el ojo. Me erguí nuevamente, recordando el papel que me situaba allí.
Fue ella la primera en dar un pseudo-discurso sobre la esperanza y la capacidad de lograr un cambio, un poco cursi o trillado para algunos, pero se notaba que brotaba con toda la humildad y sencillez de un alma abrumada. Luego fue el economista, que dio una visión un poco más concreta, pero no menos valiosa. Siguieron realizando aportes, todos y cada uno. Se crearon debates, discusiones, subidas de tono e incluso alguna que otra lágrima. Luego de casi 3 horas ahí adentro, todos concordamos en que aún quedaban cosas por decir, pero principalmente, cosas por hacer.
Concretamos una nueva reunión, el mismo día y al mismo horario de la semana siguiente. Continuamos deliberando, hasta transformarse en una suerte de ritual. Decidimos bautizar ese 29 de agosto como el día de la lucha por un cambio. Día en el que fundamos nuestro lugar, nuestro espacio, nuestro hogar. Nuestro y de nuestros sueños y esperanzas.
Día en que fundamos ADE, la primera Asociación de Desilusionados Esperanzados.
Continuamos recibiendo gente dispuesta a proyectar y a no caer en el nihilismo o la resignación. Sin importar edad, sexo, condición social, formación académica o situaciones pasadas.
Iniciativa, convicción, predisposición. Pero sobre todo y ante todo, esperanza.
La miré y me guiñó el ojo. Me erguí nuevamente, recordando el papel que me situaba allí.
Fue ella la primera en dar un pseudo-discurso sobre la esperanza y la capacidad de lograr un cambio, un poco cursi o trillado para algunos, pero se notaba que brotaba con toda la humildad y sencillez de un alma abrumada. Luego fue el economista, que dio una visión un poco más concreta, pero no menos valiosa. Siguieron realizando aportes, todos y cada uno. Se crearon debates, discusiones, subidas de tono e incluso alguna que otra lágrima. Luego de casi 3 horas ahí adentro, todos concordamos en que aún quedaban cosas por decir, pero principalmente, cosas por hacer.
Concretamos una nueva reunión, el mismo día y al mismo horario de la semana siguiente. Continuamos deliberando, hasta transformarse en una suerte de ritual. Decidimos bautizar ese 29 de agosto como el día de la lucha por un cambio. Día en el que fundamos nuestro lugar, nuestro espacio, nuestro hogar. Nuestro y de nuestros sueños y esperanzas.
Día en que fundamos ADE, la primera Asociación de Desilusionados Esperanzados.
Continuamos recibiendo gente dispuesta a proyectar y a no caer en el nihilismo o la resignación. Sin importar edad, sexo, condición social, formación académica o situaciones pasadas.
Iniciativa, convicción, predisposición. Pero sobre todo y ante todo, esperanza.
¿Qué esperás para unirte a nosotros?
Capítulo final de "ADE: Asociación de Desilusionados Esperanzados"
Como ando media corta de tiempo (y de lógica, razonamiento y lucidez), opté por dejarles la última parte de una pseudo-novela escrita hace poco..
Arreglaría unas cuantas cosas, pero sigo queriendo priorizar lo que corresponde..
(Léase: Me voy a tomar unos mates, que tengo 5 minutos antes de irme a danza y al laburo)
Disculpen la ausencia, así ando. El sábado arranco un curso, supongo que no podré dedicarle mucho tiempo.
No me extrañen (?)
Saludos!
Dani Bani!
Nota al pie: Blogspot, dejá de ponerte la gorra, porque me hacés volver puta para subir una entrada.
Nota al pie 2: Omitan comentario alguna sobre la responsabilidad que acabo de adjudicarle a Blogspot sobre mi nuevo "estilo de vida" (?)
Nota al pie 3: El texto es de mi autoría, recuerdo para los extranjeros recién llegados (?) que cuando subo algo que no es mío, lo aclaro o simplemente menciono: "No lo escribí yo" Por algo es tan mediocre =P
Gracias x pasar!
6 comentarios:
Hola Dani-Bani!
De casualidad, posteandole al arriba firmante, leí tu comentario y me causó mucha curiosidad entrar a ver el capítulo de tu novela!!!- pensaba, al igual que vos y, probablemente quichicientas personas más, hacer lo mismo!je.-
Me presento: mi nombre es Julia, estudio letras, y debo decirte que lo primero que me impresionó fue que te gustara el libro Dormir al Sol, porque lo considero, por ahora, la mejor de las novelas de "Bioyca" (yo digo que, a pesar de poder quedar como ignorante, como novelista Bioy es un gran cuentista, pero en esa crítica definitivamente no incluyo esa novela... me encanta!). Lo otro que me llamó la atención fue tu perfil porque me gusta hacer exactamente lo mismo que a vos- salvo que por más que me guste bailar soy PATADURA MAL!, y además en cine me encanta pero conozco poco y nada... soy mas comelibros...-. Bueno, como francamente no creo que te interese lo que te acabo de poner- y no te culpo- voy al grano: tu texto.
MUY bueno. En serio. ¿Mediocre? ¡Ja! ¡Para nada!
Como decía Borges, "al principio todo escritor es barroco; vanidosamente barroco (...)". Bueno, felicitaciones. O esto NO es tu "principio", o has evitado caer en la consistente idea de que al escribir más enrollado, mejor.
Bueno como estoy en el laburo, me limito a escribirte esto y ya volveré a tu blog a leer otras cosillas... de paso te invito al mío, si tenés ganas de pasar- no strings attach-.
Saludetes y siga escribiendo! mis más sinceras felicitaciones.
Hoy fui en busca de un respuesta y recibí una que no imaginaba... quedé desilusionado y mi esperanza quedó muy chiquita... espero recuperarla buscando esa respuesta en otro lado...
Ahora la parte feliz del posteo (?)
No creo estar calificado para juzgar tu texto pero por mi parte te digo que todo lo que escribís en el blog me resulta de muy fácil lectura (por eso sigo acá)... osea, no resulta pesado, se lee de forma fluida, no cansa, no estás pensando "cuándo termina esto?" y me parece que escribís muy bien...
No pensaste en estudiar Filosofía y Letras o algo de esa rama? (justamente acá arriba cayó alguien que lo hace...)
En fin, anotame en lista de los que esperan tus escritos.
Saludos.
PD: Yo también quisiera hacer un curso pero los horarios rotativos del laburo no me lo permiten ¬¬ así que no me queda otra que quedar al pedo el resto del día... disfrutalo nomás, vas a encontrar tu tiempo para escribir acá.
Para Don Hernán, que no tengo dónde responderle (bah, técnicamente sí, pero intento ingresar a esa página lo menos posible)
Ah, ahora todos se enteraron del foro XXX en el que nos conocimos. Perdón, se me escapó (?)
En serio (!), sí, en mi respuesta al comentario de Julia le dije que ciertamente en el top five (?) de mis carreras se encontraba Filosofía y Letras, pero la inseguridad a veces juega en contra, vió!
Contesto porque me dejaste con la intriga sobre la respuesta que te desilusionó.. Y si la curiosidad me gana (cosa que seguro sucederá!), te terminaré enviando un MP.. Avísole, nomás!
Saludos y ya vendré con algo un poco más decente!
PD: El curso está excelente!!
Muy bueno su texto.
Estructural u emocionalmente.
Este león oscuro rondaba una habitación triste, con algunas sillas y personas que se miraban y se gritaban, se hablaban y desconfiaban de las palabras.
Y esa infante susurrando en su oído.
No me pregunte por la calidad.
No dude de ella.
Ya lo dijo Dolina:
"No soy solo esta colección de actos cotidianos, soy esto que escribo también... por favor quiérame"
Saludos, y ha sido un placer.
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